Estando de vacaciones con mi familia, un día decidimos hacer un asado.
Mientras mi papá prendía el fuego, se acerco un niñito de alguna otra cabaña a conversar con nosotros y -como buen enano- sacó a relucir su gran don de sinceridad.
-Nosotros: enserio?? que rico!
-Niño: pero tenemos que comprar garcón (carbón) porque se nos acabó... tenemos que ir al supermercado, se había acabado?
-Nosotros: el carbón?? noo, todavía quedaba
-Niño: yo quiero comer mermelosh
-Nosotros: Marshmellows??
-Niño: si
-Nosotros: y por qué no compraste altiro con tu mamá en el supermercado?
-Niño: noo es que mi mamá estaba tomando mucho vino (el niño se da media vuelta sigue jugando a la pelota)
-Nosotros: plop!
jajajja!
ResponderEliminarrecordé a uno de los niñitos que evalué en la ayudantía... son tan transparetes e ingenuos *-*.
lejos lo mejor de los niños es lo sinceros, ingenuos e incoherentes que llegan a ser ... me encanta y amo cuando veo a alguien asi o cuando en mi aparece un niño asi (aunq claramente la respuesta para mi es mi falta de filtro tb pero bueee)
ResponderEliminarvengo siendo yo vaquita
ResponderEliminar