sábado, 16 de enero de 2010

Sinceridad

Estando de vacaciones con mi familia, un día decidimos hacer un asado.
Mientras mi papá prendía el fuego, se acerco un niñito de alguna otra cabaña a conversar con nosotros y -como buen enano- sacó a relucir su gran don de sinceridad.
-Niño: nosotros ayer comimos asado

-Nosotros: enserio?? que rico!

-Niño: pero tenemos que comprar garcón (carbón) porque se nos acabó... tenemos que ir al supermercado, se había acabado?

-Nosotros: el carbón?? noo, todavía quedaba

-Niño: yo quiero comer mermelosh

-Nosotros: Marshmellows??

-Niño: si

-Nosotros: y por qué no compraste altiro con tu mamá en el supermercado?

-Niño: noo es que mi mamá estaba tomando mucho vino (el niño se da media vuelta sigue jugando a la pelota)

-Nosotros: plop!